Mujer mayor haciendo un puzle para ver las diferencias entre demencia y Alzheimer.
Trastornos Neurocognitivos

Diferencia entre demencia y Alzheimer: lo que necesitas saber

S egún la Organización Mundial de la Salud, hay más de 55 millones de personas con algún tipo de demencia en todo el mundo. Se trata de una enfermedad muy común en las personas mayores, pero muchos desconocen qué es la demencia y cuál es su diferencia con el Alzheimer.

Algunos incluso tienen dudas sobre la posibilidad de transmisión del Alzheimer y la demencia, y no saben bien cuáles son las causas o los factores de riesgo que influyen en la aparición de este tipo de enfermedades.

En este artículo explicamos de manera detallada las principales diferencias entre la demencia y el Alzheimer, y comentamos cuáles son algunas de sus semejanzas. 

  1. ¿Qué es el Alzheimer?

    Según Alzheimer’s Association, la enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia, que se caracteriza por producir problemas en la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Generalmente, esta enfermedad afecta a las personas mayores, aunque también es posible que se presente en adultos más jóvenes.

    El Alzheimer es causado por daños en las células nerviosas del cerebro, que son fundamentales para cualquier tipo de actividad, incluyendo pensar, hablar y caminar. A causa del daño en las neuronas, los primeros síntomas que se manifiestan cuando se tiene esta enfermedad tienen que ver con la memoria, el lenguaje y el pensamiento; en etapas más avanzadas, los síntomas son más severos y pueden interferir con las actividades cotidianas de la persona.

    Esta enfermedad es el tipo más común de demencia, y representa entre el 60 y el 80% de los casos. El informe anual publicado por la Alzheimer’s Association señala que para el año 2024, más de 6,9 millones de personas mayores de 65 años viven con demencia en Estados Unidos. 

  2. ¿Qué es la demencia?

    La demencia es una categoría amplia que abarca un gran número de enfermedades que se caracterizan por el deterioro significativo de la función cognitiva. De igual manera, el término demencia hace referencia a síntomas muy variados, como la pérdida de la memoria, incapacidad para concentrarse y prestar atención, y problemas con la comunicación y el lenguaje, entre otros más.

    Este deterioro de la función cognitiva interfiere con las actividades cotidianas de las personas, y les resta independencia. Otro punto importante, es que este tipo de enfermedades son progresivas, sus síntomas suelen empeorar con el paso del tiempo y afectar profundamente la calidad de vida de quienes las padecen.

    La demencia afecta principalmente a las personas mayores, aunque no es una parte normal del envejecimiento. Además, sus causas son muy diversas, abarcando enfermedades neurodegenerativas, accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales traumáticas, infecciones y otras condiciones médicas

    Mujer abrazando a persona mayor con Alzheimer.
  3. Diferencias principales entre Alzheimer y demencia

    En un artículo de la UCLA Health se resalta que Alzheimer y demencia son dos términos que, aunque están relacionados, son diferentes. La principal razón de esto es lo que ya mencionamos, que la demencia es la categoría que agrupa un número amplio de síntomas relacionados al deterioro cognitivo, mientras que la enfermedad de Alzheimer es un tipo específico de demencia.

    Otra manera de verlo es que la demencia es una categoría general, mientras que el Alzheimer es una subcategoría particular dentro de ella. Además de Alzheimer, existen otros tipos de demencia, u otras subcategorías, dentro de las que se encuentran la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia vascular y los trastornos frontotemporales.

    Una de las diferencias más notables entre el Alzheimer y otras formas de demencia radica en la forma en que se manifiestan los síntomas y el progreso de la enfermedad. Por ejemplo, en la demencia vascular, que es la segunda forma más común de demencia después del Alzheimer, los síntomas pueden aparecer de repente tras un accidente cerebrovascular o episodios menores de interrupción del flujo sanguíneo al cerebro.

    Por otra parte, y tomando como referencia el último informe publicado por la Alzheimer’s Association, en la demencia con cuerpos de Lewy los síntomas incluyen problemas de sueño, alucinaciones visuales y problemas motores, similares a los que se presentan cuando se padece de la enfermedad de Parkinson.

    En cuanto a los factores de riesgo, también vale la pena mencionar algunas diferencias. En la enfermedad de Alzheimer, los más importantes son la edad y la genética; lo que contrasta con otros tipos de demencia como la demencia vascular, en la que según Mayo Clinic, influyen factores como la diabetes, la obesidad, el colesterol alto y el tabaquismo, entre otros más.

    Estas diferencias son claves, porque influyen en el tipo de tratamiento que se recomienda para cada paciente. Los medicamentos que resultan efectivos para tratar el Alzheimer, por ejemplo, no necesariamente lo son para otros tipos de demencia. 

  4. Progresión de los síntomas

    La progresión de los síntomas es uno de los aspectos que también distingue a la enfermedad de Alzheimer de otros tipos de demencia. Alzheimer’s Society habla sobre esto, resaltando que el Alzheimer tiende a avanzar con menos rapidez que otros tipos de demencia como los que mencionamos en el punto anterior.

    La enfermedad de Alzheimer suele tener un curso previsible, ya que el deterioro se produce de forma gradual y progresiva. La Alzheimer’s Association señala que hay diferentes etapas, desde la etapa preclínica hasta la etapa severa, y en cada una de ellas los síntomas se vuelven más frecuentes, y la capacidad de llevar a cabo ciertas actividades de forma independiente disminuye.

    El artículo de la Mayo Clinic que citamos antes explica la progresión de otro tipo de demencia, como la demencia vascular, y menciona que la diferencia respecto a la enfermedad de Alzheimer, es que la progresión no es gradual, sino variable y escalonada. Es decir, los síntomas pueden empeorar de forma inesperada tras un episodio de daño cerebral. 

    Hombre mayor mirando las diferencias entre demencia y Alzheimer.
  5. Cómo se realiza el diagnóstico

    Aunque una buena parte del diagnóstico del Alzheimer y de la demencia es similar, existen muchos aspectos que son diferentes. El diagnóstico de Alzheimer es más específico y, según el National Institute on Aging, requiere de una evaluación clínica en la que, además de analizar la historia médica y los antecedentes familiares, se realizan pruebas de memoria, resolución de problemas y atención, entre otras más.

    Dependiendo de los síntomas, es posible que también se realice un diagnóstico por imágenes a través de una resonancia magnética o de una tomografía computarizada, con el propósito de descartar otras posibles causas.

    En otros tipos de demencia como la demencia con cuerpos de Lewy también se hacen algunos de estos exámenes, pero se realizan pruebas particulares como estudios del sueño, y se presta atención a síntomas propios de ese tipo de demencia como las alucinaciones visuales. 

  6. Similitudes entre Alzheimer y demencia

    Aunque hay un gran número de diferencias entre la enfermedad de Alzheimer y la demencia, por ser enfermedades que se producen a causa del deterioro cognitivo, también existen algunas semejanzas importantes.

    Algo que comparten todos los tipos de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer es el deterioro de las capacidades cognitivas de quienes las padecen, lo que dificulta de manera significativa sus actividades cotidianas.

    El deterioro de la memoria, y los cambios que se producen en la personalidad son síntomas comunes tanto en el Alzheimer como en otras formas de demencia. Generalmente, cambios de humor extremos sin razón aparente, lo que afecta las relaciones sociales de quien padece la enfermedad.

    De igual manera, Health señala que algunos tratamientos pueden compartir algunas semejanzas, dependiendo de la etapa en la que se encuentre la demencia. 

  7. Diferencias en el tratamiento del Alzheimer y la demencia

    Ninguno de los tipos de demencia conocidos tiene cura, por lo que los tratamientos que existen se centran exclusivamente en el control de los síntomas. Algunos tratamientos son efectivos de manera general para el Alzheimer y otros tipos de demencia, mientras que existen otros que solo son útiles para un tipo específico.

    Los medicamentos que se recomiendan para el Alzheimer y la demencia con cuerpos de Lewy, como inhibidores de la colinesterasa, no se recomiendan para la demencia frontotemporal. En este último tipo de demencia que mencionamos, se suelen recomendar antidepresivos y antipsicóticos, según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS).

    Algunos tratamientos compartidos o similares incluyen los juegos para personas con Alzheimer o demencia, la terapia ocupacional, algunas técnicas de relajación y otros tipos de terapias no farmacológicas. En todo caso, solo un especialista en salud puede hacer recomendaciones personalizadas sobre el tratamiento que se debe seguir. 

  8. Prevención de la demencia y el Alzheimer

    Alzheimers.gov señala que no se ha comprobado que existan métodos efectivos para prevenir el Alzheimer u otros tipos de demencia. Sin embargo, resalta que al igual que sucede con otras enfermedades, sí se pueden tomar medidas para minimizar los factores de riesgo.

    Las recomendaciones respecto a esto son mantener un estilo de vida saludable, realizar actividades de estimulación cognitiva, y estar alerta ante cualquier señal o síntoma para realizar un diagnóstico temprano.

    Reconocer los síntomas en sus etapas iniciales puede tener un impacto significativo en el manejo de estas enfermedades, y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes las padecen. 

  9. Conclusión

    La demencia, incluyendo el Alzheimer, afecta a millones de personas en todo el mundo, y es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores. A pesar de los desafíos que implica, y que en la actualidad no existe una cura, se siguen realizando estudios para avanzar en la investigación y encontrar formas de mejorar la calidad de vida de los pacientes.

    Respecto a esto último, hay que destacar que el apoyo emocional juega un papel muy importante, y que conocer las diferencias que hay entre el Alzheimer y otros tipos de demencia, es necesario para brindar un cuidado más efectivo. 

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