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Principales riesgos de no estar vacunado

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Sanitario a punto de poner una vacuna en el brazo de una chica

Tiempo de lectura: 9 minutos

Los riesgos de no estar vacunado son muy amplios, y tienen consecuencias tanto individuales como colectivas. Las vacunas han ayudado a prevenir el contagio de ciertas enfermedades y reducir las tasas de mortalidad durante los últimos 200 años, y tanto su seguridad como efectividad está demostrada científicamente.

En este artículo hablamos de los riesgos que se corren al no estar vacunado, explicamos por qué es importante seguir el calendario de vacunación, y mencionamos brevemente cuáles son las razones por las que en los últimos años ha aumentado el número de personas que decide no vacunarse ni vacunar a sus hijos. 

No se está protegido contra ciertas enfermedades

Las personas que deciden no vacunarse, están expuestos a una lista de enfermedades que son prevenibles en la actualidad. Según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC), las vacunas ayudan al sistema inmunológico a saber cómo responder ante determinado tipo de gérmenes, lo que puede ser muy útil contra enfermedades como el sarampión, la polio, la difteria y la hepatitis, entre otras más.

Al no recibir estas vacunas, una persona deja su sistema inmunológico vulnerable a los patógenos que causan estas enfermedades. Esta falta de protección no solo aumenta el riesgo de enfermarse, sino que también aumenta la probabilidad de experimentar complicaciones graves. 

Puede contribuir a brotes o epidemias

Aunque la decisión de vacunarse o vacunar a un hijo sea una decisión personal, hay que tener presente que las consecuencias de no vacunarse se extienden y pueden ser la causa de brotes o epidemias. Caring for Kids resalta que rechazar la vacunación pone en riesgo la salud de otras personas, sobre todo:

  • Personas con sistemas inmunológicos débiles.
  • Personas con enfermedades crónicas.
  • Recién nacidos.
  • Personas mayores.

En estos grupos que recién mencionamos, hay un riesgo muy alto de sufrir complicaciones al contraer cierto tipo de enfermedades. En cuanto más personas se vacunan, menos riesgo hay de que su vida y la de otros esté en peligro.

La falta de vacunación puede convertirse en un factor que contribuye a brotes o epidemias de enfermedades prevenibles por vacunación. Cuando una proporción significativa de la población no está vacunada, se debilita la inmunidad colectiva, también conocida como inmunidad de grupo, que es fundamental para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. 

Conlleva restricciones para viajar

La decisión de no vacunarse puede llevar consigo una serie de restricciones para viajar, especialmente en el contexto de enfermedades prevenibles por vacunación que pueden representar riesgos para la salud pública en diferentes regiones del mundo.

En Latinoamérica, por ejemplo, existen ciertos requisitos para entrar como turista en algunos países. Si revisamos la lista de vacunas aceptadas para viajar, podemos ver que en países como Colombia y Venezuela se exige contar con la vacuna de fiebre amarilla para poder ingresar al territorio.

Lo mismo sucede en algunos países de África y Asia, donde además existen algunas enfermedades endémicas que pueden representar un riesgo potencial para quienes no están inmunizados.

Otro ejemplo de esto lo vimos con el coronavirus o COVID-19, ya que la mayoría de los países exigía certificados de vacunación y pruebas PCR como requisito de entrada. 

Sanitario a punto de poner una vacuna en el brazo

Puede aumentar la mortalidad en los niños

La decisión de no vacunar a los niños puede tener consecuencias graves, entre ellas el aumento de la mortalidad infantil. Las vacunas son una herramienta crucial para proteger a los niños contra enfermedades prevenibles y, al optar por no vacunarlos, se los deja vulnerables a enfermedades potencialmente mortales.

El Departamento de Salud del Estado de Nueva York resalta que, ante cualquier duda, hay que tener presente que el sistema inmunológico de los niños es más vulnerable sin las vacunas, y que sin la vacunación muchos niños podrían morir por enfermedades como el sarampión y la tos ferina.

En muchos lugares, en los que se creía que algunas enfermedades ya estaban erradicadas, se ha visto un incremento importante en los brotes, porque las personas no se están vacunando como lo hacían antes. 
 

Mayor susceptibilidad a complicaciones graves y secuelas de enfermedades prevenibles

Las vacunas están diseñadas para proteger contra enfermedades infecciosas al estimular la respuesta inmunológica del cuerpo, lo que ayuda a prevenir o mitigar los efectos de estas enfermedades. Cuando alguien opta por no vacunarse, se expone a un mayor riesgo de contraer estas enfermedades y sufrir complicaciones graves que, en algunos casos, pueden ser de por vida.

Las paperas y la meningitis, por ejemplo, pueden causar sordera permanente, afectando la calidad de vida de la persona. El sarampión, según UNICEF, es una enfermedad que puede producir ciertas complicaciones y provocar ceguera.

Es decir, la vacunación no solo previene estas enfermedades, sino que también reduce el riesgo de complicaciones a largo plazo. 

¿Por qué es importante seguir el calendario de vacunación?

Existe un calendario de vacunación que define el momento y las vacunas recomendadas para recibir en diferentes etapas de la vida. Este calendario no es arbitrario; está respaldado por décadas de investigación científica y está diseñado para ofrecer la máxima protección contra enfermedades prevenibles por vacunación en momentos específicos de desarrollo y exposición a riesgos.

Es importante seguir este calendario por varias razones fundamentales que afectan tanto la salud individual como la salud pública. Veamos cuáles son algunas de ellas para entender mejor la importancia de la vacunación.

Proporciona protección contra enfermedades prevenibles

Como ya mencionamos antes, las vacunas brindan protección a las personas en contra de enfermedades que son prevenibles. Las vacunas están diseñadas para estimular una respuesta inmunitaria en el cuerpo, lo que permite al sistema inmunológico reconocer y combatir los patógenos responsables de estas enfermedades.

Precisamente por esto, el Advisory Committee on Immunization Practices recomienda un calendario de vacunación en el que se establece a qué edad se debe aplicar cada vacuna, el número de dosis, el tiempo que debe pasar entre una dosis y otra, y las precauciones que se deben tomar.

Al administrar las vacunas según el calendario recomendado, se establece una línea de defensa robusta contra enfermedades infecciosas que, de lo contrario, podrían causar enfermedades graves, complicaciones y, en algunos casos, la muerte. 

Fortalece el sistema inmunológico de los niños

Un artículo publicado en Horizon, una revista de la Comisión Europea, señala que las vacunas no solo sirven para proteger a las personas contra una enfermedad específica, sino que también pueden influir en la respuesta del sistema inmunológico en contra de otras enfermedades.

Durante los primeros años de vida, el sistema inmunológico de los niños está en desarrollo y es más susceptible a las infecciones. Cumplir con el calendario de vacunaciones ayuda a que el sistema inmunológico de los niños entre en contacto controlado con antígenos de enfermedades específicas, lo que desencadena la producción de anticuerpos y células inmunitarias especializadas. 

Bebé a punto de recibir una vacuna

Es mejor prevenir la enfermedad que tratar con sus consecuencias

En lugar de enfermarse y luego tratar la enfermedad con medicamentos, es mejor tomar medidas preventivas como la vacunación. Muchas enfermedades prevenibles por vacunación pueden causar complicaciones graves, hospitalizaciones prolongadas e incluso la muerte en casos severos. La vacunación ayuda a prevenir estas complicaciones.

Además, se debe tener presente que algunas enfermedades como el sarampión, pueden dejar consecuencias para toda la vida y afectar profundamente el bienestar de las personas. 

¿Por qué hay personas que deciden no vacunarse ni vacunar a sus hijos?

El número de personas que decide no cree en la vacunación como método de prevención de enfermedades ha aumentado significativamente desde la aparición del coronavirus. Esta posición es el resultado de una combinación de factores, dentro de los que se incluye la desconfianza en las instituciones gubernamentales y de salud, el acceso a información equivocada sobre el tema y la influencia de movimientos anti-vacunas.

Desinformación y mitos sobre la vacunación

Uno de los factores que más influye en la decisión de no vacunarse es la desinformación y los mitos que exigen sobre la vacunación. En las redes sociales circula contenido que no es preciso ni se basa en evidencia científica sólida, a través del cual se promueve la idea de que las vacunas son responsables de otras enfermedades y pueden hacer daño a las personas.

Aunque es cierto que todas las vacunas pueden tener efectos secundarios, estos suelen ser leves y temporales, como dolor en el lugar de la inyección o fiebre baja.

Miedo a las agujas o al dolor

Otra razón por la que las personas no se vacunan y deciden no vacunar a sus hijos es el miedo al dolor que pueden producir las agujas. Algunas personas tienen una baja tolerancia al dolor o temen experimentar malestar físico después de recibir una vacuna.

Sin embargo, al pensar en esto, se tiene que tener en cuenta que las consecuencias de las enfermedades que se previenen con la vacunación son muy graves para la salud, y pueden ser causa de hospitalización.

El dolor que causan las agujas en la vacunación puede ser algo molesto, pero es necesario prevenir la aparición de estas enfermedades de las que hemos hablado a lo largo del artículo.

Influencia de los movimientos anti-vacunas

Un artículo titulado Anti-vax: the history of a scientific problem publicado en el Journal of Public Health señala que, a pesar de los beneficios de las vacunas, demostrados históricamente en todo el mundo, existen grupos políticos y religiosos que dudan de la credibilidad científica de la vacunación, y promueven una posición en contra de ellas.

Estos grupos han afectado las tasas de vacunación a nivel mundial, ya que influyen en la decisión de quienes dudan sobre la seguridad y la efectividad de las vacunas. Regularmente, estos movimientos se basan en teorías de conspiración, datos pseudocientíficos y anécdotas personales en lugar de evidencia científica sólida.