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Golpe de calor: ¿qué es y cuándo es motivo para ir al médico?

Mujer sufriendo un golpe de calor.

Tiempo de lectura: 9 minutos

El aumento de la temperatura en todo el mundo tiene implicaciones graves para la salud de las personas, sobre todo por la incidencia de condiciones médicas como el golpe de calor. La exposición a altas temperaturas o a los rayos del sol puede tener graves consecuencias, e incluso ser causa de muerte en condiciones extremas.

En este artículo hablamos del golpe de calor, una condición médica frecuente durante los días calurosos de verano. Te explicamos cuáles son sus principales causas, qué factores de riesgo aumentan su incidencia y qué tratamiento se puede recibir en caso de experimentar un golpe de calor.

También te recomendamos leer nuestro artículo sobre los beneficios del sol, donde hablamos de cómo se puede disfrutar de sus vitaminas de la forma más segura. 

¿Qué es un golpe de calor?

Se conoce como golpe de calor a una condición médica en la que el cuerpo es incapaz de regular su temperatura, y alcanza niveles que pueden superar los 40 grados Celsius o 104 grados Fahrenheit. Según Mayo Clinic, se trata de una condición muy común durante los meses de verano.

De igual manera, señala que, si no se trata a tiempo, puede generar consecuencias negativas como daños en el cerebro, corazón, riñones y músculos. En algunos casos, incluso puede ser mortal.

Normalmente, cuando el cuerpo se calienta, responde aumentando el flujo sanguíneo a la piel y produciendo sudor, lo que ayuda a disipar el calor a través de la evaporación. Sin embargo, en condiciones extremas, estos mecanismos pueden ser insuficientes. 

Causas por las que se produce un golpe de calor

Según la Cleveland Clinic, cada año, en países como Estados Unidos al menos 20 de cada 100.000 personas experimentan un golpe de calor. Las causas por las que esto sucede son muy variadas, pero existen algunos factores que tienen una gran influencia, como el clima, sobre todo en las zonas urbanas.

Además de estas condiciones, también sucede algo en el cuerpo, que es incapaz de regular su temperatura, y absorbe más calor del que libera. Veamos con más detalle cuáles son algunas de las causas de las que hablamos.

Exposición prolongada al sol

La exposición prolongada al sol es una de las causas más comunes y peligrosas de un golpe de calor. Cuando una persona pasa demasiado tiempo bajo la radiación solar directa, especialmente durante las horas de mayor intensidad, el cuerpo puede absorber más calor del que es capaz de disipar.

Este exceso de calor eleva la temperatura corporal a niveles peligrosos, poniendo en riesgo el sistema de termorregulación del cuerpo.

Esto, además, puede empeorar si se está vestido con mucha ropa, se ha consumido alcohol, o si el cuerpo está deshidratado. En caso de estar expuesto al sol, es recomendable utilizar ropa ligera y de tejidos transpirables, beber agua incluso si no se tiene sed, y usar protector solar para proteger la piel.

Actividad física intensa

Cuando se practica algún deporte o se realiza actividad física intensa, el cuerpo genera una cantidad significativa de calor interno debido al aumento del metabolismo muscular. Cuando esto coincide con altas temperaturas ambientales y alta humedad, el cuerpo puede tener dificultades para disipar el exceso de calor, se puede generar un golpe de calor.

Los atletas y personas que realizan trabajos físicos intensos al aire libre, como obreros de la construcción, agricultores, y trabajadores de mantenimiento, son particularmente vulnerables al golpe de calor inducido por el ejercicio o el trabajo físico.

Te recomendamos leer nuestro artículo sobre la importancia de la hidratación durante el ejercicio y cómo hidratarse correctamente durante tus sesiones.

Condiciones ambientales

Como ya mencionamos antes, las condiciones ambientales son uno de los factores más importantes, las altas temperaturas y la humedad no solo contribuyen a la aparición del golpe de calor, sino que son su causa principal.

En climas calurosos, especialmente cuando las temperaturas superan los 30 grados Celsius, el cuerpo tiene que trabajar más para disipar el calor. Además, en ambientes de alta humedad, el aire contiene una gran cantidad de vapor de agua, lo que dificulta la evaporación del sudor de la piel.

Según WebMD, las altas temperaturas, en combinación con una humedad relativa de más de 60 %, son factores que pueden aumentar las probabilidades de sufrir un golpe de calor. 

Niño sufriendo un golpe de calor.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para sufrir un golpe de calor pueden variar ampliamente y comprenden una serie de condiciones y circunstancias que aumentan la susceptibilidad de una persona a esta condición médica.

La edad, las condiciones médicas preexistentes y el consumo de algunos medicamentos, por ejemplo, pueden aumentar el riesgo de golpe de calor, ya que influyen en la capacidad del cuerpo para regular su temperatura interna.

Edad

Aunque los golpes de calor pueden afectar a personas jóvenes y en buen estado de salud, su incidencia es más alta en personas mayores de 50 años. Esto sucede porque con la edad, el sistema de regulación de la temperatura del cuerpo se vuelve menos eficiente.

La capacidad de sudar y, por lo tanto, de enfriarse a través de la evaporación del sudor, disminuye con la edad. Además, los adultos mayores suelen tener una respuesta reducida a la sed, lo que puede llevar a una ingesta insuficiente de líquidos y a la deshidratación.

Condiciones médicas preexistentes

Algunas condiciones médicas crónicas también pueden aumentar el riesgo de sufrir de un golpe de calor. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la obesidad y las enfermedades respiratorias como el asma o la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) son un factor de riesgo muy importante.

La UMass Chan Medical School señala que las personas con diabetes, por ejemplo, tienen problemas con el sistema que regula la sudoración, lo que las hace más vulnerables a los efectos de los climas calurosos y a los golpes de calor.

Además, la diabetes puede causar problemas de circulación, lo que también puede interferir con la capacidad del cuerpo para regular su temperatura.

Consumo de algunos medicamentos

El consumo de ciertos medicamentos también puede interferir en la capacidad del cuerpo de regular la temperatura, por lo que también son un factor de riesgo a considerar.

Medicamentos como los diuréticos, anticolinérgicos, beta-bloqueadores, antidepresivos, antipsicóticos, estimulantes y antihistamínicos pueden afectar la capacidad de sudar, la hidratación y la circulación sanguínea, lo que puede dificultar la disipación del calor en condiciones ambientales extremas.

Un artículo titulado Hot weather and heat extremes: health risks habla sobre ello, y menciona una lista más amplia de factores de riesgo que pueden influir en la aparición de esta condición médica. 

¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor y cómo saber que no se trata de una condición de salud?

Los síntomas de un golpe de calor pueden variar en gravedad y pueden manifestarse de forma gradual o repentina. Algunos de los síntomas comunes, según Healthline, incluyen:

  • Fiebre alta.
  • Sudor excesivo o piel seca que no produce sudor.
  • Calambres musculares, especialmente en las piernas y el abdomen.
  • Piel enrojecida, caliente y seca.
  • Pulso rápido y respiración acelerada.
  • Confusión, irritabilidad y desorientación.
  • Sensación de náuseas y vómito.
  • Mareos y desmayos.
  • Debilidad y fatiga.

Algunas condiciones médicas, como la hipoglucemia, la hipotensión, la hiponatremia y los trastornos neurológicos, pueden manifestarse con síntomas como debilidad, mareos y confusión. Sin embargo, se debe tener en cuenta el contexto en el que aparecen los síntomas, ya que la exposición prolongada al sol y la actividad física intensa son algunas de las causas más comunes de los golpes de calor. 

Mujer trabajando en la obra sufriendo un golpe de calor.

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¿Qué tratamiento se debe recibir?

Un golpe de calor puede afectar significativamente diferentes partes del cuerpo y, en los casos más graves, ser causa de muerte. Por eso, es importante que la persona reciba atención médica tan pronto como sea posible.

Sin embargo, existen algunas estrategias que pueden ayudar hasta que la persona sea atendida por personal calificado. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido recomienda:

  • Mover a la persona hacia un lugar más fresco, lejos del sol.
  • Quitar cualquier prenda de ropa que pueda estar generando calor, como el uniforme de trabajo o las medias.
  • Brindarle agua o bebidas para deportistas que le ayuden a mantener la hidratación.
  • Enfriar su piel con un paño húmedo.

En un artículo sobre los beneficios del agua mencionamos cuál es su impacto sobre la regulación corporal, pero es necesario destacar lo importante que es mantenerse hidratado, especialmente en condiciones climáticas extremas. 

¿Cuándo se debe ir al médico?

Si una persona estuvo realizando actividades físicas intensas o estuvo mucho tiempo bajo el sol, y se presentan algunos de los síntomas que mencionamos, debe acudir de manera inmediata a un centro médico. Los golpes de calor son una emergencia médica, y solo un especialista de la salud puede brindar la atención que se requiere.

No se debe subestimar la gravedad de esta condición, especialmente en casos de síntomas graves o persistentes. Buscar ayuda médica lo antes posible puede salvar vidas y prevenir complicaciones graves asociadas con el golpe de calor. 

¿Cómo prevenir un golpe de calor?

Existen diferentes medidas que se pueden tomar para prevenir un golpe de calor y todas las consecuencias asociadas a él. Para empezar, vale señalar que es esencial beber suficientes líquidos para mantener el cuerpo hidratado especialmente en condiciones de calor extremo o mientras se realizan actividades físicas.

Asimismo, se debe tratar de limitar la exposición al sol durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde. Buscar sombra cuando sea posible y planificar actividades al aire libre para las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde.