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Adoptar buenos hábitos de higiene personal: clave para un estilo de vida saludable

Set de higiene personal con botellas y accesorios

Tiempo de lectura: 9 minutos

La higiene personal es mucho más que darse una ducha rápida y echarse perfume para oler bien. Implica el compromiso contigo mismo de desarrollar y mantener hábitos que son de gran apoyo tanto para tu salud como para tu bienestar general. Aquí te contamos 10 hábitos de higiene personal saludables y sus beneficios. 

¿Qué es la higiene personal?

La higiene personal se refiere al conjunto de prácticas que realizamos diariamente para cuidar y limpiar nuestro cuerpo.

Durante la infancia temprana, la higiene personal es responsabilidad de los padres y cuidadores del niño. También es responsabilidad de los padres enseñar hábitos saludables de higiene e ir dando responsabilidades a los niños a medida que su edad y capacidades se lo van permitiendo. 

Beneficios de la higiene personal

Mantenerse saludable es el beneficio más importante de la higiene personal. La suciedad es uno de los principales factores de riesgo para la salud, causante de todo tipo de infecciones y enfermedades.  

Estos son los beneficios más relevantes de mantener una buena higiene personal:

Prevención de enfermedades

En siglos anteriores abundaban las enfermedades y la esperanza de vida de la población era mucho menor; todo esto se debía a la carencia de hábitos de higiene que imperaban en esas épocas.  

Lavar el cuerpo evita que propaguemos agentes alérgenos que podamos tener en las manos y en otras zonas. Además, también ayuda a eliminarlos rápidamente, impidiendo que lleguen a convertirse en enfermedades. Por ello, el lavado de manos frecuente con agua limpia y jabón es una de las medidas más efectivas para la prevención de muchas afecciones respiratorias y gastrointestinales.  

Prevención del dolor

Tener una buena higiene personal evita el deterioro de ciertas partes del cuerpo, como los dientes y las encías, reduciendo las posibilidades de padecer dolores crónicos.  

Lo mismo sucede con la piel y el cabello, ya que la falta de higiene en estas zonas puede producir irritación y otro tipo de enfermedades causantes de dolor e incomodidad.

Éxito profesional

En el mundo actual, aspectos como el mal olor y la suciedad generan un fuerte rechazo.  

Las personas con una buena higiene corporal tienen mejores posibilidades de conseguir el éxito a nivel profesional y social. Difícilmente una empresa le dará responsabilidades a alguien que se muestra descuidado consigo mismo.

Mayor atracción sexual

Un estudio científico publicado en la revista Sexual Behavior reveló que existe una estrecha relación entre el olor corporal y el deseo sexual.  

Según el estudio, las personas con buen olor resultan mucho más atractivas para el sexo opuesto, aumentando sus posibilidades de conseguir pareja.  

También, los buenos hábitos de higiene personal impactan positivamente en la autoestima y autopercepción, generando un estado mental que favorece a la consecución del éxito social. 
 

10 hábitos de higiene personal saludables

Te contamos cuáles son los 10 principales hábitos de higiene personal que puedes aplicar en tu día a día, tanto dentro de tu casa como fuera de ella.

1. Tener tus propios elementos de higiene personal

Accesorios como el cepillo de dientes, jabón, peine, toalla y gel no deben ser compartidas para evitar la transmisión de gérmenes y enfermedades.  

Si pasas muchas horas fuera, es buena idea llevar contigo jabón, pasta dental y un cepillo de dientes, pero que no sean los mismos que usas en casa.

2. Lavarse las manos

Lavarse las manos elimina los gérmenes y virus adquiridos al tocar superficies contaminadas o al interactuar con personas enfermas.  

La Organización Mundial de la Salud recomienda lavarse las manos en momentos clave, como por ejemplo, antes de manipular alimentos, después de ir al baño, después de toser o estornudar, al regresar a casa, y después de tocar animales o residuos.

Lavado de manos con jabón bajo el grifo

3. Darte una ducha o baño diario

Darte un baño al día es una buena práctica de higiene personal, ya que permite asear todas las áreas del cuerpo y ayuda a mantener a raya los malos olores.  

No es necesario darse baños largos, con 3 o 4 minutos en la ducha es más que suficiente.

4. Limpiarse bien los pies

Durante los días de calor es común ir descalzo; y cuando llega el invierno, los pies suelen estar dentro de los zapatos. Ambos escenarios son propicios para la absorción de gérmenes a través de los pies y el desarrollo de hongos e infecciones.  

Después de lavar los pies, es fundamental secarlos muy bien, porque la humedad es el ambiente ideal para el desarrollo de microorganismos causantes de enfermedades y del mal olor.

5. Lavarse el pelo

No es necesario hacerlo diariamente, pero sí es importante llevarlo limpio.  

El pelo, sobre todo cuando se trata de una cabellera larga, puede acumular polvo y suciedad. En algunos casos se convierte en el escenario perfecto para ser habitado por parásitos como chinches y piojos, que pueden causar enfermedades.

6. Higiene en orejas y oídos

La forma más fácil de mantener tus orejas limpias es hacerlo justo después de ducharte, cuando también te hayas lavado el pelo.  

Al secarte, asegúrate de pasar bien la toalla por detrás de las orejas y por los pliegues. También puedes secar dentro de las orejas, pero ten mucho cuidado.  

Es muy importante recordar que no debes meter nada dentro, como hisopos o cualquier otro objeto, ya que esto no es efectivo para eliminar la suciedad interna.

7. Sonarse la nariz

Las alergias y otros problemas respiratorios pueden hacer que tu nariz produzca más moco, lo que a veces tapona la nariz y dificulta la respiración.  

Es importante que limpies tu nariz correctamente y tener siempre pañuelos a mano para usarlos cuando sea necesario. Evita tocar tu nariz si tienes las manos sucias y recurre a los lavados nasales con agua de mar para mantener tus vías nasales limpias.

8. Cortarse las uñas

Es menos probable acumular suciedad y bacterias en las uñas cuando están cortas, sobre todo en el caso de los niños.  

Recuerda que las manos suelen tener mucho contacto con los ojos y la cara, así que es importante asegurarse de no transmitir gérmenes hacia esa zona.

9. Cepillarse los dientes después de cada comida

La higiene bucal previene la aparición de caries, el mal aliento y otras enfermedades que pasan si no te lavas los dientes.  

Los dentistas recomiendan que el lavado de los dientes dure alrededor de 5 minutos; también aconsejan hacerlo siempre antes de dormir, porque la proliferación de bacterias es más activa durante la noche.

10. Mantener la higiene en el baño

La higiene en el baño es de gran relevancia, ya que los genitales requieren una atención especial para prevenir infecciones como la balanitis.  

En el caso de las mujeres, es importante limpiarse desde adelante hacia atrás para evitar la transferencia de bacterias fecales.  

Después de usar el inodoro, es necesario tirar de la cadena y asegurarse de que no queden desechos.  
 

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Hábitos de higiene en niños

Como comentamos anteriormente, la higiene en los niños depende exclusivamente de sus padres y el ejemplo que se les da.  

Es importante inculcarles hábitos positivos desde temprana edad no solo para que permanezcan limpios, sino también para que vayan entendiendo la importancia de la higiene. Poco a poco y mientras crezcan, irán desarrollando las habilidades que necesitan para cuidar de su higiene por sí mismos.  

Niña lavándose los dientes para su higiene personal

Estos son algunos importantes hábitos de higiene personal en niños:

  • Cambiar todos los días su ropa interior y exterior.
  • Lavar sus manos varias veces al día.
  • Limpiar sus orejas cuidadosamente.
  • Mantener los zapatos limpios.
  • Tener las uñas cortas, limpias y desinfectadas.
  • Bañarse después de realizar alguna actividad física para eliminar el sudor y la suciedad.

Además de la limpieza personal, es necesario extender la higiene de los niños a los espacios del hogar y la escuela. Mantener limpia la casa, su área de estudio y sus objetos reduce los riesgos de enfermarse; además, influye en el bienestar mental de la persona y ayuda a mejorar la estética de los lugares.

En definitiva, cuidar diariamente la higiene personal va mucho más allá de la prevención de enfermedades; también mejora el bienestar personal y ayuda a reforzar la autoestima.