Descubre cómo pierde agua el cuerpo humano y qué hacer para mantenerlo hidratado

Vías de pérdida de agua

Las vías de pérdida de agua son muy variadas y abarcan diferentes procesos fisiológicos a través de los cuales el cuerpo humano elimina el exceso de líquido. Estas vías incluyen la orina, la respiración, la sudoración y las heces, cada una con su propio mecanismo y función en el equilibrio hídrico del organismo.

Para entender su funcionamiento y comprender el impacto que pueden tener sobre el cuerpo, es necesario que veamos de manera más detallada cómo funcionan.

Orina

Una de las principales vías, a través de la cual el cuerpo pierde agua, es la orina. Generalmente, sirve para eliminar el exceso de agua, y cumple con el propósito de eliminar sustancias de desecho.

Dependiendo de las necesidades del cuerpo, se produce y elimina cierta cantidad de orina a lo largo del día. Según MSD Manuals, la ingesta de agua debe compensar esta pérdida para mantener el balance y protegerse de la deshidratación, del desarrollo de cálculos renales y de otros problemas médicos.

Además, señala que beber agua de más es mejor que consumir menos agua de la que el cuerpo necesita, porque es más fácil perder agua que conservarla en el cuerpo.

Respiración

Aunque la pérdida de agua por respiración es generalmente menor en comparación con otras vías, también juega un papel importante e influye sobre los niveles de agua que mantiene el cuerpo.

Según un artículo publicado por la National Library of Medicine, dependiendo de las condiciones ambientales, el cuerpo puede perder entre 7 y 20 ml de agua por hora tan solo por la respiración. En promedio, esto representa más de una taza de agua por día.

En condiciones de ejercicio intenso o en entornos secos, la pérdida de agua por respiración puede aumentar significativamente, debido a una mayor ventilación pulmonar y a una mayor evaporación de la humedad del tracto respiratorio.

Sudoración

Otra de las vías por las que el cuerpo humano pierde agua es la sudoración, un mecanismo que cumple con el propósito de regular la temperatura corporal y prevenir el sobrecalentamiento del organismo, especialmente durante la actividad física y en ambientes cálidos.

Es importante destacar que la sudoración puede variar ampliamente entre individuos y está influenciada por factores como la genética, el nivel de condición física, la aclimatación al calor y la hidratación previa.

La pérdida excesiva de líquidos a través del sudor, especialmente en combinación con una ingesta insuficiente de agua, puede llevar a la deshidratación y afectar negativamente el rendimiento físico y la salud. BetterHealth recomienda consumir agua durante el ejercicio, de manera que se pueda compensar la pérdida de agua y mantener el cuerpo hidratado. 

Heces

Tal vez es menos evidente que la sudoración o la excreción de orina, pero las heces también son responsables de una parte del agua que pierde o elimina el cuerpo humano a lo largo del día. El agua es un componente esencial en las heces, ya que mejora su consistencia y facilita su paso a través del tracto gastrointestinal.

Las personas que no consumen suficiente agua suelen tener problemas de estreñimiento, ya que la falta de líquidos hace que estas se vuelvan secas, duras y difíciles de evacuar.

WebMD destaca la importancia del agua en el control de la constipación, señalando que mantenerse bien hidratado puede ser una parte clave del plan para aliviar el estreñimiento crónico. 

¿Qué factores influyen en la pérdida de agua?

Además de las vías de pérdida de agua que recién mencionamos, es importante que hablemos también de algunos factores que influyen directamente sobre la sudoración y la pérdida de agua a través de los desechos del cuerpo. Generalmente, el clima es el factor con un impacto más notable, pero también es necesario hablar de la actividad física y la dieta alimentaria.

El clima

El clima es uno de los factores más influyentes en la pérdida de agua del cuerpo humano. Las condiciones climáticas, como la temperatura y la humedad, pueden afectar significativamente la cantidad de agua que se pierde a través de la respiración, la sudoración y la evaporación del sudor en la piel.

En climas cálidos y secos, por ejemplo, el cuerpo tiende a perder más agua debido a una mayor tasa de sudoración. Por otro lado, en climas fríos, la pérdida de agua puede ocurrir de manera menos evidente, pero sigue siendo significativa. Esto es debido a que, cuando hace frío, se tiende a respirar más por la boca para calentar el aire antes de que llegue a los pulmones. 

El nivel de actividad física

La hidratación durante el ejercicio es sumamente importante, y es que a medida que aumenta el nivel de actividad física, también aumenta la pérdida de agua en el cuerpo.

Cuando se realizan actividades físicas el cuerpo aumenta su demanda de oxígeno y energía, lo que conlleva un aumento en la producción de calor y, por lo tanto, en la sudoración, que sirve para regular la temperatura corporal.

Cuanto más intenso sea el ejercicio y más prolongada sea la actividad física, mayor será la tasa de sudoración y, en consecuencia, mayor será la pérdida de agua. Además, el nivel de actividad física también puede influir en la pérdida de agua a través de la respiración.

La dieta alimentaria

La dieta alimentaria es otro factor crucial que influye en la pérdida de agua del cuerpo humano. Los alimentos y las bebidas que se consumen no solo aportan líquidos al cuerpo, sino que también pueden afectar la cantidad de agua que se pierde a través de la orina, la sudoración y otros procesos fisiológicos.

El potasio, según Healthline, es un electrolito que puede incrementar significativamente la producción de orina. Por otro lado, el sodio contenido en la sal hace todo lo contrario, ya que aumenta la retención de líquidos en el cuerpo.

Asimismo, hay que destacar que incluir alimentos como frutas y verduras puede contribuir a aumentar la ingesta total de líquidos. 

Pérdida de agua durante una enfermedad

Las enfermedades también pueden contribuir a la pérdida de agua en el cuerpo humano, sobre todo si se producen algunos síntomas como fiebre, diarrea y vómito. Mayo Clinic señala que cuanto mayor sea la fiebre, más líquido pierde el cuerpo.

Esto es algo que se complica aún más con la diarrea y el vómito, porque se pierde mucha agua en un periodo de tiempo muy corto. Si no se toman medidas para controlar estos síntomas, hay riesgo incluso de que las personas empiecen a presentar cuadros de deshidratación.

Es importante tener en cuenta que, la pérdida de agua durante una enfermedad puede ser especialmente preocupante en ciertos grupos de población, como niños pequeños, ancianos y personas con condiciones médicas crónicas. Estos grupos pueden ser más susceptibles a la deshidratación debido a su mayor riesgo de desequilibrios hídricos y electrolíticos, así como a su capacidad reducida para compensar la pérdida de agua.

Al respecto de esto, puede que te resulte interesante nuestro post sobre por qué es importante el agua para la vida, lo tienes disponible en el enlace anterior. 

Efectos negativos de la deshidratación

La pérdida de agua es negativa porque puede conllevar a la deshidratación, lo que puede tener diferentes efectos sobre el cuerpo y la salud de las personas. Dentro de esto se incluyen desde problemas con el rendimiento físico hasta problemas relacionados a las funciones cognitivas.

La deshidratación, según la Cleveland Clinic, puede disminuir la presión sanguínea hasta niveles peligrosos para la salud, influir en la aparición de cálculos renales, y generar náuseas y dolor de cabeza.

Además, puede afectar la función de los riñones al disminuir la capacidad del cuerpo para eliminar toxinas y desechos metabólicos a través de la orina.

Recomendaciones para mantener los niveles de hidratación en el cuerpo

La hidratación es fundamental para el bienestar general y el funcionamiento óptimo de los sistemas corporales. Por ello, se recomienda beber agua regularmente a lo largo del día, incluso cuando no se sienta sed.

Bronson Health habla sobre esto y hace algunas recomendaciones para compensar la pérdida de agua en el cuerpo humano y mantenerse hidratado:

• Se debe beber suficiente agua durante el día, para ello, se aconseja tener una botella de agua cerca.
• Las personas que se olvidan de tomar agua, pueden configurar alarmas o recordatorios.
• Evitar sustancias como la cafeína y el alcohol, ya que contribuyen a la deshidratación.
• Consumir líquidos variados y aumentar la ingesta de alimentos con alto contenido de agua como las frutas y las verduras.

De igual manera, es recomendable estar atento a algunos síntomas de la deshidratación como la sed; la sequedad en la lengua, labios y piel; y los calambres o dolores de cabeza repentinos.